En el área de la educación existe un sinfín de siglas: PME, PAT, PCI, RI, PIE, PEI, y podríamos seguir con la lista. Existen tantas, que confundirse es más normal de lo que parece. Ahora bien, en este artículo nos enfocaremos precisamente en qué es el PEI, una de las herramientas de gestión educativa más importantes dentro de los establecimientos.
Qué es el PEI en educación
Muchas veces hemos escuchado hablar sobre este proyecto educativo, pero, ¿qué es el PEI realmente y qué importancia tiene dentro de los colegios?
Lo primero es señalar que el PEI es el principal instrumento de gestión dentro de los establecimientos, ya que orienta el quehacer educativo. Algo así como “el horizonte educativo”, como lo define el Mineduc.
El PEI o Proyecto Educativo Institucional es un documento en donde se definen los componentes de la cultura escolar que el establecimiento quiere promover y alcanzar; es una herramienta que guía la reflexión y las decisiones que toma la comunidad educativa.
Para ello se establecen la misión y visión, así como también su forma de entender conceptos claves, como por ejemplo: la convivencia escolar, el rol de las familias, cuál es su sello institucional, qué tipos de estudiantes buscan formar a través del proceso educativo, entre otros. Con todo esto, el centro educativo podrá identificarse como institución.
Es necesario entender que el Proyecto Educativo Institucional no es un mecanismo que funciona por sí solo, sino que es la base para entramar otros instrumentos de gestión, como: el Plan de Mejoramiento Educativo (PME), el Plan Anual de Trabajo (PAT), el Proyecto Curricular de la Institución Educativa (PCI) y el Reglamento Interno (RI).
Características de un PEI
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- Debe ser claro, de fácil comprensión y útil para la gestión.
- Flexible, integral y participativo, abierto permanentemente a los cambios, reajustes y reflexiones que decida realizar la comunidad educativa.
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- Es inclusivo y debe promover el trabajo colaborativo.
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¿Quiénes se encargan de elaborar el PEI?
Un Proyecto Educativo Institucional debe ser elaborado por los directores y sostenedores de los establecimientos educacionales. Aun así, y como mencionamos anteriormente, su elaboración es de carácter inclusivo y debe favorecer el trabajo colaborativo.
Cuando hablamos de que es un trabajo colaborativo, nos referimos a que toda la comunidad educativa, incluyendo a estudiantes, padres, madres y apoderados, profesionales de educación, asistentes de la educación, docentes directivos y sostenedores, debe participar de él, desde sus diferentes roles.
Así, los padres, madres y apoderados deben tener conocimiento del Proyecto Educativo Institucional y participar de él cuando corresponda, ya sea en su revisión o actualización, asimismo los docentes, asistentes de la educación y estudiantes.
Importancia de un Proyecto Educativo Institucional
Con toda la información anterior, ya podemos hacernos una idea de cuál es la importancia del PEI en la educación.
Esta radica es que es un instrumento que orienta la gestión educativa, y le permite a los establecimientos construir su propia identidad, saber cuál es su “sello”, el cual los orientará para entender de qué manera el establecimiento busca formar a sus estudiantes.
A partir del PEI se pueden definir las acciones e iniciativas que se llevarán a cabo para promover una mejor cultura y convivencia escolar (como las normas y reglamentos, las actividades extracurriculares, proyectos con los cuales se compromete el establecimiento, etc.) y, en última instancia, buscará mejorar los aprendizajes de los estudiantes.
Entendemos qué es el PEI, pero ¿cómo se elabora?
Bien, ya sabemos qué es el PEI, su importancia y características. Pero, ¿cómo elaboramos uno?
Si bien no hay una estructura única para elaborar este proyecto educativo, es posible identificar su construcción a partir de 4 etapas.
1 | Ideario de la IE (Institución Educativa)
En la primera etapa del PEI, se define el Ideario de la IE, es decir, su identidad. Esta se expresa a través de: su sello educativo, misión, visión y los valores que promueve.
El sello educativo es lo que define a la institución y refleja la propuesta formativa y educativa que quiere desarrollar. Un ejemplo concreto es el sello educativo de la Escuela Raquel Fernández de Morandé ubicada en Melipilla, el cual es “Educar con opinión”.
La misión es la razón de ser del establecimiento, se entiende como el objetivo principal, el propósito que buscan poner en acción. Por su parte, la visión se refiere a lo que quiere proyectar la IE, es una mirada a futuro, hacia dónde se quiere encaminar el colegio.
En cuanto a los valores, estos son el conjunto de características y normas de convivencia seleccionadas por la comunidad educativa. Con los valores, los actores de la comunidad se pueden identificar y, asimismo, guiar los procesos al interior de la IE.
Por último, el ideario también debe responder a qué tipo de estudiantes quiere formar el establecimiento.
2 | Realizar un diagnóstico
Se debe establecer cuál es la realidad tanto interna como externa de la IE (se puede recurrir a un FODA), para identificar necesidades que tenga el establecimiento, cuáles son sus fortalezas, etc. Para ello, pueden realizarse entrevistas, trabajos en terreno, etc.
En esta etapa también se definen los objetivos estratégicos, los cuales se establecen por cada área y dimensión de la gestión escolar. Estos, a su vez, deben ser consistentes con la identidad del establecimiento.
Para responder a estos objetivos, vale preguntarse: ¿qué se realizará? ¿Cómo se ejecutará? ¿Para qué se realizará?
Un ejemplo de objetivo estratégico podría ser:
“Implementar un sistema de mejoramiento de la enseñanza, a través del análisis de planificaciones con los docentes y del acompañamiento en aula, para mejorar las prácticas pedagógicas”.
3 | Gestión del PEI
Como tercera etapa podemos considerar la gestión del PEI, que se relaciona directamente con el PME, el Plan de Mejoramiento Educativo; documento donde se opera lo establecido en el PEI.
Debemos recordar que el PME considera 4 dimensiones: el área de Gestión Pedagógica, de Liderazgo, Convivencia escolar y Gestión de recursos.
Todas ellas se relacionan sistemáticamente entre sí, considerándose la dimensión “Gestión Pedagógica” como la más importante, ya que aquí se manifiestan los procesos principales de un establecimiento educacional; donde ocurre la dinámica de las interrelaciones: el núcleo del quehacer escolar cotidiano, y donde se da paso a la formación de los y las estudiantes, ya sea en la sala de clases, los patios, bibliotecas, talleres, etc.
Sobre la Gestión del PEI, es necesario tener claro previamente qué es lo que se espera de los estudiantes, pero también de los docentes y directivos, así como también definir cuál es el currículum que se trabajará y qué aprendizajes se quieren promover.
4 | Evaluación
El PEI debe estar en permanente revisión, siendo monitoreado por un equipo que lidere el proceso. Ellos deberán definir metodologías, responsables, cronogramas de trabajo, instrumentos y, en general, todo lo necesario para realizar la evaluación.
Se debe evaluar por ejemplo, si el proyecto se alinea con el sello de la institución, si los objetivos se lograron, si se constituyeron equipos de trabajo por área, etc. De no ser así, el proyecto debe modificarse, o realizarse de nuevo si fuese necesario.
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