En los colegios, el clima escolar que se respira tanto dentro de las aulas como fuera de ellas es crucial para el desarrollo integral de los estudiantes, pero también para el bienestar de toda la comunidad educativa. Un clima escolar positivo no sólo facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que también promueve la inclusión, el respeto mutuo y la buena convivencia.
En esta oportunidad queremos reflexionar sobre cómo podemos mejorar la convivencia en los colegios, y de qué manera podemos propiciar un ambiente que influya significativamente en el bienestar de docentes, estudiantes y los demás miembros de la comunidad educativa.
¿Qué es el clima escolar?
Cuando hablamos de clima escolar o clima de convivencia escolar, nos referimos al conjunto de condiciones organizativas, culturas, de convivencia y de gestión que influyen en la experiencia de aprendizaje de los estudiantes y en el entorno laboral de los profesionales de la educación.
De acuerdo al portal Currículum Nacional, para evaluar el clima escolar, debemos tomar en cuenta la percepción de estudiantes, docentes, así como también de padres y apoderados. Es a través de ellos que podemos entender cómo estos grupos perciben el ambiente escolar en términos de respeto, organización y seguridad, para luego tomar medidas de ser necesario (en pos de la mejora del clima escolar).
Características de un clima escolar positivo
Dentro de un colegio nunca veremos que un clima escolar es “neutro”, sino más bien que se inclina o por lo positivo o lo negativo, lo que impactará en el logro de los objetivos institucionales de dicho colegio, ya sea favoreciendo o siendo un obstáculo para el cumplimiento de esos objetivos.
En el contexto escolar, un clima favorable podría caracterizarse por los siguientes aspectos:
- Existe un ambiente propicio para el aprendizaje.
- Hay un bienestar general, donde los miembros de la comunidad educativa se sienten a gusto, y tienen la oportunidad de desarrollarse.
- Hay una buena convivencia entre pares, donde se promueve el respeto entre profesores y estudiantes.
- Los estudiantes se sienten protegidos, acompañados, seguros y queridos.
- Cohesión en el cuerpo docente; hay espíritu de equipo y un compromiso por desarrollar relaciones positivas entre apoderados y estudiantes.
Por otro lado, también existen los climas escolares negativos, que dificultan el desarrollo de cada uno de los actores de la comunidad educativa, generando estrés, irritación, depresión, agotamiento, entre otras cosas.
Por parte del equipo docente, un mal clima escolar disminuye el compromiso que se tiene con la escuela, así como también los deseos de trabajar. En tanto, para los estudiantes, el clima escolar negativo genera aversión a la escuela, temores, etc.
Tal vez te puede interesar leer: Claves para diseñar un buen Plan de Gestión de Convivencia Escolar
7 Estrategias para fomentar un buen clima escolar
¿Cómo podemos fomentar un buen clima escolar? ¿Cómo podemos favorecer el éxito académico y el bienestar emocional de la comunidad educativa? Aquí te presentamos 7 estrategias que puedes promover:
1. Cercanía entre estudiantes y docentes
Si bien existe una jerarquía entre profesores y estudiantes dada las circunstancias en que se encuentran, esta no tiene porqué ser una relación fría, distante y poco afectiva. Al contrario, cuando los estudiantes perciben mayor cercanía y confianza hacia los profesores, también contribuye al mejoramiento del clima.
2. Entender las vivencias del estudiante y usarlas en la práctica
Si como docente te esfuerzas por entender a los estudiantes, sus vivencias, modos de pensar, sus prácticas, intereses y lenguaje, pero además aplicas estos conocimientos en el quehacer educativo, es más probable que los estudiantes se sientan identificados y valorados y que, a su vez, el aprendizaje sea más significativo.
3. Participación democrática en la escuela
Es importante que dejemos de percibir a las escuelas como lugares jerárquicos y autoritarios, para dar lugar a que los jóvenes sientan que aquí hay espacios de participación. Para poner en práctica este punto, podríamos, por ejemplo, consultar la opinión de los jóvenes sobre la perspectiva que tienen sobre el establecimiento, qué les parecen las dinámicas de aula, etc.
Además, resulta importante fomentar instancias de participación y diálogo entre estudiantes, docentes, padres y apoderados.
4. Empoderamiento de los docentes y equipos directivos
Empoderar a profesores y miembros del equipo directivo es importante para mejorar el clima escolar, y es que las personas suelen sentirse más felices cuando tienen cierto grado de control sobre su propio trabajo. Frente a esto, es importante brindar espacios de participación, donde se tome en cuenta a estos grupos para la toma de decisiones.
5. Reconocimiento a los docentes
Al igual que los estudiantes se sienten bien cuando se le reconocen sus logros, lo mismo pasa con los docentes. Es importante que ellos también se sientan apreciados, que se reconozca su trabajo y sus buenas prácticas.
6. Directivos con inteligencia emocional
Es crucial que los líderes educativos muestren empatía, sensibilidad y respeto hacia los profesores y otros actores de la comunidad educativa, ya que en ocasiones estos necesitan recibir apoyo emocional por parte de sus superiores.
7. Acciones frente a conflictos con estudiantes
Por último, es fundamental contar con un manual de convivencia escolar, a través del cual se puedan abordar problemas de disciplina estudiantil. El comportamiento disruptivo de algunos estudiantes puede afectar negativamente la moral de los profesores, y contribuir a generar tensiones, estrés docente, entre otras consecuencias.
Estas acciones han sido estudiadas por Conejo y Redondo (2001), quienes en su estudio “Convivencia y Clima Escolar”, determinaron algunas buenas prácticas para mejorar el clima de aula.
También se tomó en cuenta el estudio realizado por Kathleen Vail (2005) quien propuso algunas estrategias en apoyo a los docentes.
¿Qué importancia tiene todo esto?
Mantener un buen clima escolar tiene muchos resultados positivos para los distintos actores de la comunidad educativa. Estos son algunos de ellos:
- Bienestar de estudiantes: Un ambiente escolar positivo contribuye al bienestar emocional y psicológico de los estudiantes; estos se sienten seguros, apoyados y valorados. Los alumnos sienten motivación por asistir al colegio, lo que también repercute en la disminución de la deserción escolar.
- Impacto en el desarrollo socioemocional de estudiantes: Un clima escolar nutritivo se caracteriza por la percepción de justicia, reconocimiento del esfuerzo, tolerancia a los errores, sentido de pertenencia, espacio para la creatividad y la resolución constructiva de conflictos. Este tipo de ambiente ayuda a promover el bienestar emocional y el compromiso de los estudiantes con la escuela.
- Bienestar de docentes: En un clima escolar tóxico o negativo, los docentes experimentan sensaciones de desvalorización de su trabajo, aburrimiento, exceso de presión, lo que puede generar altos niveles de estrés. Por el contrario, formar parte de un ambiente con un clima escolar positivo tiene un impacto significativo en el bienestar de los docentes. Esto se traduce en relaciones interpersonales saludables entre colegas, valoración de los logros, sentido de pertenencia a la comunidad educativa, trabajo y colaboración en equipo.
- Clima escolar y rendimiento académico: Diversos estudios señalan la estrecha relación que hay entre el clima escolar y el rendimiento académico. Un ejemplo es la publicación de “Escool factor related to quality and equity”, realizada por la OECD (Organisation for Economic Cooperation and Development).
El estudio reveló que el clima escolar tiene una mayor influencia en el rendimiento académico, incluso más que los recursos materiales o personales.
¡Asiste a nuestro webinar docente!
Si te gustó este artículo y buscas interiorizarte más en el tema, te invitamos a unirte a nuestro próximo webinar “Clima en el aula desde la mirada del aprendizaje socioemocional”, que se realizará el día jueves 11 de abril a las 17:00 hrs.
