Durante el año 2022 vimos cómo los efectos de la pandemia incidieron en un aumento de la deserción escolar en Chile, y si bien este problema venía desde hace tiempo atrás, fue durante la crisis sanitaria que se profundizó. ¿Cuáles son las causas y qué medidas preventivas se podrían tomar? En este artículo te lo contamos. 

Las cifras de la deserción escolar en Chile: ¿qué sabemos al respecto?  

De acuerdo al último estudio realizado por el Centro de Estudios del Mineduc, durante el año 2022, las cifras de la deserción escolar en Chile indicaron que hubo un aumento del 24% en comparación al año 2019 (año previo al inicio de la pandemia), esto se traduce en 50.529 estudiantes que no asistieron al colegio en ese año, lo que representa un 1.7% de la matrícula del país. 

Sumado a lo anterior, también se registraron 227.000 estudiantes, entre 5 y 24 años, que salieron del sistema educativo entre el 2004 y el 2021. 

Todo esto nos sitúa en un escenario de alto ausentismo escolar, donde el promedio nacional de asistencia, entre marzo y septiembre del año pasado, fue del 83%, es decir, 5,3 puntos porcentuales menos que en 2019.   

Causas de la deserción escolar en Chile 

Como dijimos antes, si bien previo al inicio de la crisis sanitaria ya el sistema educativo contaba con un alto nivel de deserción escolar, fue durante ella que se profundizó aún más.

El hecho de haber dejado de asistir al colegio presencialmente puso a algunos padres y madres en problemas; niños y niñas que no contaban con la supervisión de ellos para asistir online, o bien no tenían los recursos para hacerlo, son algunos de los factores que incidieron en el ausentismo escolar. 

Otra de las causas que provocan la deserción escolar en Chile son: 

• • Consumo de sustancias ilícitas. 

• • Episodios de violencia. 

• • Embarazo adolescente. 

• • Delincuencia. 

Ahora bien, todas estas causas están directamente relacionadas con el nivel socioeconómico de los apoderados de los estudiantes. Quienes tienen menor poder adquisitivo, no entregan el suficiente apoyo y acompañamiento a sus hijos para que estos se desenvuelvan en el ámbito escolar, y no demuestran interés en su continuidad de estudios. 

En definitiva, hay poca creencia en el sistema educativo, y en que este realmente puede ser un factor de cambio para sus hijos e hijas. 

Desde ahí, la CEPAL señala otro tipo de causas, que van más de fondo que las mencionadas antes, estas son: 

• • Apoderados que relativizan la importancia de la asistencia de sus pupilos al colegio. 

• • La flexibilidad por parte de los establecimientos en cuanto a la asistencia o no de los alumnos.

• • La precarización y vulnerabilización del hogar de los estudiantes. 

• • El rol que han debido tomar los niños, niñas y adolescentes para realizar tareas de cuidado. 

Cómo evitar la deserción o ausentismo escolar 

Todas las causas antes mencionadas ponen en riesgo la asistencia de los estudiantes a clases, donde muchas veces estos se sienten desmotivados y/o abrumados por una sociedad pospandémica donde reina la incertidumbre en diversos ámbitos, desde lo laboral, hasta lo medioambiental, social, económico, etc. 

En este sentido, el rol de los establecimientos educacionales es de gran importancia para motivar a los niños, niñas y adolescentes a seguir con sus estudios y finalizar la enseñanza media. 

Para ello, se hace necesario formar a los alumnos desde una mirada integral, y no sólo centrada en los contenidos del currículum nacional; hacerles ver tanto a ellos como a sus padres y madres, que la educación es una puerta de entrada para tener mejores oportunidades.  

Ahora bien, cuando los miembros de la comunidad educativa notan que ciertos estudiantes han dejado de asistir a clases de forma continua, y sin haber dado ningún tipo de justificación, los establecimientos deben hacerlo todo para tratar de comunicarse con el estudiante. 

Y es que puede ocurrir que a este se le estén vulnerando sus derechos, o bien la familia esté pasando por un proceso económico, emocional u otro, que ponga en riesgo la asistencia del estudiante a clases. 

En cualquier caso, los establecimientos tienen la responsabilidad de impulsar un “Protocolo de actuación frente a la detección de situaciones de vulneración de derechos de estudiantes”, el cual debe estar estipulado previamente en el Reglamento Interno del colegio. 

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Medidas preventivas para evitar la deserción  

Pero bien, ¿cómo podemos evitar que los estudiantes pasen por esta situación y prevenir la activación del protocolo? Estas son algunas de las medidas que podrían tomar: 

1 | Fomentar el compromiso escolar 

Cuatro proyectos científicos, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, investigadoras de las universidades de la Frontera, Valparaíso y la Autónoma de Chile, han diseñado y validado un Sistema Integrado de Evaluación, Seguimiento y Estrategias de Promoción de compromiso Estudiantil y Factores Contextuales (SIESE).   

Este sistema integral considera 6 etapas o pasos:  

1. 1. Conformación de la mesa de compromiso escolar.  
2. 1. Medición del compromiso escolar.
   2. Revisión y análisis de la información.
   3. Selección e implementación de estrategias.
   4. Seguimiento de estudiantes y estrategias.
   5. Evaluación y ajuste de la implementación del sistema.

Puedes revisar acá las etapas del SIESE en detalle y el propósito de cada una de ellas. 

El concepto de “compromiso escolar” se vincula con la activa participación del estudiante en clases, tanto en sus actividades académicas, como curriculares y extracurriculares, impulsando así su aprendizaje. 

Cuando los estudiantes están comprometidos con su aprendizaje, lo perciben más significativo y se motivan en cuanto a su formación y su futuro; lo que, entre otras cosas, promueve la retención escolar. 

2 | Sistemas de alerta temprana 

Identificar a los estudiantes propensos a desertar del sistema educativo es otra buena medida de prevención. Para ello se pueden utilizar algunos indicadores como: el rendimiento académico, la asistencia, su participación en clase, comportamiento, entre otros. 

Una vez identificados los estudiantes, realizar intervenciones tempranas y personalizadas. Como por ejemplo: apoyar al estudiante emocionalmente, con el o la psicóloga, analizando las causas de su ausentismo escolar. 

También podrían realizarse intervenciones como tutorías, programas de mentoría, proponer actividades extracurriculares de su interés. 

Por último, hacer un seguimiento y monitoreo al estudiante, evaluando su progreso y evolución. 

En el documento “Medidas para combatir la deserción escolar”, elaborado por Horizontal Chile, también se propone como medida preventiva un Sistema de Alerta de Inasistencia. En esta medida, proponen hacer seguimiento a los estudiantes, indicando que cuando estos se hayan ausentado el 15% o más de los días hábiles del mes, se debe hacer un llamado a los padres, donde un miembro del equipo directivo del colegio junto con el o la psicóloga, ahonden en las causas del abandono escolar, informando sobre las consecuencias de ello para el futuro del estudiante. 

Este procedimiento debe repetirse finalizando el mes, para todos los estudiantes que tengan asistencia grave. 

3 | Mantener la comunicación entre la comunidad educativa 

Otro factor importante es mantener la constante comunicación entre todos los miembros de la comunidad educativa, ya sean docentes, rectores, orientadores, asistentes de aula, etc., para así detectar un posible estudiante que se sume a las cifras de la deserción escolar en Chile. 

El hecho de compartir preocupaciones sobre los estudiantes facilita la detección temprana del ausentismo escolar. Además, también es importante mantener al tanto a todos los miembros directivos del establecimiento sobre las iniciativas y estrategias que proponga el colegio para abordar la deserción escolar. 

4 | Encuestas a estudiantes  

Como última iniciativa, las encuestas a estudiantes pueden entregarnos información útil de acuerdo a lo que ellos perciben en el establecimiento, como cuáles han sido sus experiencias, percepciones y necesidades. Esta herramienta nos podría ayudar a identificar algunas causas, así como también ser una medida de apoyo en caso de tener que diseñar nuevas estrategias dentro del aula. 

Pero, ¿cómo las encuestas nos ayudan? En la práctica, podríamos hacer preguntas relacionadas a las emociones de los estudiantes, con el objetivo de que estos nos señalen si sienten algún tipo de desmotivación, aburrimiento, si padecen algún problema de salud mental, sufren de algún tipo de violencia o bullying escolar, etc. 

También hacer preguntas respecto a qué tan conforme están con la calidad de la enseñanza, para ello calificando a sus docentes, el ambiente escolar, las medidas de evaluación, entre otros. 

Finalmente, son los estudiantes quienes hacen la educación, por ende, hacerlos parte del proceso de enseñanza es relevante para tomar medidas que puedan ayudar a mejorar su aprendizaje, sentires y percepciones dentro del aula, con el fin de evitar que estos abandonen el sistema educativo.  

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