Por muchas décadas la educación sexual fue un tema tabú en la sociedad. Chile fue el último país de la Región en contar con una ley obligatoria de educación sexual para la enseñanza media en 2010.
No obstante, los tiempos han cambiado y la educación sexual se ha vuelto una arista fundamental en el aprendizaje de estudiantes.
En este artículo haremos un recorrido sobre la educación sexual en Chile, qué papeles juegan los establecimientos en esta área como también, las oportunidades y desafíos que enfrentan.
Qué es la educación sexual
La educación sexual se refiere al proceso de enseñanza acerca de la sexualidad y salud reproductiva. Esto con el fin de ayudar “a que las personas obtengan las herramientas necesarias para manejar su relación con ellas mismas, sus parejas, comunidades, y con su propia salud sexual” según Planned Parenthood.
Entendiendo la sexualidad según la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la “dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano: Basada en el sexo , incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción”.
La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Es por ello, que enseñar sobre esta área es fundamental para la sociedad y su desarrollo.
Educación sexual en Chile
Para abarcar el rol de los establecimientos en la educación sexual, es fundamental entender cómo funciona la Ley de Educación sexual en Chile.
Como mencionamos con anterioridad, en 2010, se creó una ley para que la población adolescente recibiera educación sexual obligatoriamente en enseñanza media.
De esta forma, se propusieron siete programas en esta materia, donde los establecimientos tienen la libertad de escoger el programa que más se adecúe a sus necesidades y convicciones:
- “Adolescencia Tiempo de Decisiones”
- “Sexualidad Autoestima y Prevención del embarazo en la adolescencia”
- “Programa de Aprendizaje, Sexualidad y Afectividad”
- “Programa Teen Star”
- “Curso de Educación Sexual Integral”
- “Programa de Educación en valores de la Afectividad y la Sexualidad”,
- “Aprendiendo a Querer”
Los colegios deben escoger uno de estos programas e “incluir contenidos que propendan a una sexualidad responsable e informe de manera completa sobre los diversos métodos anticonceptivos existentes y autorizados”.
Si bien, en los últimos años han existido iniciativas y proyectos de diversos sectores políticos y sociales para crear una ley de Educación Sexual Integral en Chile, aún no se ha legislado en esta materia.
Cómo educar la sexualidad en la escuela
Según el informe Percepciones de Conductas de Riesgo, ITS y VIH del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), de una muestra de jóvenes de 18 a 29 años, respecto a temáticas de salud sexual y reproducción, el 83% se informa a través de las redes sociales, mientras que el 71% lo hace en páginas de internet.
Si bien, la primera fuente de información que obtienen los jóvenes sobre este tema es internet, es necesario incentivar la educación sexual en centros educacionales.
Es por ello que los establecimientos están en la obligación de entregar información sobre temáticas de salud sexual y reproductiva de manera oportuna, veraz, sin sesgos y de fácil comprensión.
Para esto, se requiere de espacios donde se enseñe sobre educación sexual y exista una conversación abierta y transversal con los jóvenes. Asimismo, es fundamental que las familias se involucren y acompañen a las y los estudiantes en este proceso educativo.
De esta forma, incorporar la educación sexual en los establecimientos, debe ser con un programa que permita diseñar una estrategia, con etapas, objetivos, metas, metodología y evaluación de resultados.
Beneficios de crear programas de educación sexual en el aula
Implementar un programa de educación sexual trae consigo varios beneficios tanto para estudiantes como para las comunidades educativas.
Aquí te dejamos algunos beneficios al implementar un programa educativo sobre esta temática según la OMS:
- Combatir la desinformación: Uno de los puntos más importantes al enseñar sobre educación sexual es desmitificar creencias y/o información errónea en esta área. Entregar información veraz, ayuda a que jóvenes puedan aumentar sus conocimientos y actuar bajo responsabilidad.
- Fortalecer competencias: Enseñar sobre educación sexual a jóvenes permite fortalecer competencias y herramientas necesarias para que puedan tomar decisiones fundamentadas y desarrollen la capacidad de actuar en función de ellas.
- Mejorar comunicación con padres, madres y otros adultos: Desarrollar una educación sexual implica que apoderados/as se involucren en este proceso, permitiendo una comunicación más fluida con los jóvenes.
En cuanto a los beneficios que los jóvenes gozan por participar en programas de educación sexual, se encuentran:
- Abstención de la actividad sexual o retardar su inicio: Se ha comprobado que entregar información sobre temas de sexualidad retarda el inicio temprano de la actividad sexual.
- Reducir actividad sexual sin protección: Enseñar sobre métodos anticonceptivos y una sexualidad responsable, provoca que jóvenes reduzcan actividades sexuales riesgosas y se fomente el uso de métodos de protección contra el embarazo cómo ITS.
- Reconocimiento de derechos: Involucrar en la formación educativa temas relacionados a la sexualidad, impacta de forma directa en la sociedad. Niños, niñas, adolescentes y jóvenes al tener acceso a este tipo de información, también acceden al reconocimiento de sus propios derechos sociales, culturales, sexuales, entre otros. Asimismo, comprenden procesos afectivos-corporales, personales y sociales.
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Oportunidades y desafíos en la materia
Como hemos visto hasta el momento, la educación sexual es fundamental en la formación de jóvenes.
Para una educación sexual efectiva, los establecimientos, a través de experta/os en el área, deberán implementar un plan estratégico que involucre varias esferas de la vida de las y los estudiantes.
Por lo que se requiere de establecimientos que respondan a la demanda y acceso a una educación sexual, involucrando a la comunidad educativa y la participación de todos los estamentos para apoyar el labor del colegio en esta materia.
Asimismo, se requiere la participación de las familias para acompañar este proceso de conocimiento y desarrollo de habilidades.
¿Trabajemos juntos?
En Alianza PDV funcionamos como una extensión del Preuniversitario Pedro de Valdivia; nuestro objetivo es entregar soluciones educativas para los colegios, con el fin de colaborar en que sus estudiantes alcancen mayores niveles de aprendizaje y desarrollen habilidades imprescindibles para la sociedad del futuro.
Si te interesa conocer más de Alianza PDV, nuestros servicios y cómo podemos ayudar a que tu establecimiento mejore el aprendizaje de sus estudiantes, no dudes en escribirnos, con gusto te ayudaremos a resolver cualquier duda o inquietud que tengas.